jueves, 11 de mayo de 2017

Visual Thinking: cuando los garabatos nos hablan.

El Visual Thinking nos ha estado acompañando a muchos de nosotros, aunque igual no le poníamos nombre y apellidos.

Cuando un docente nos decía que no se pueden sumar peras con manzanas y tú apuntabas esto, estabas utilizando Visual Thinking.


Vale, esa manzana no estará colgada de las paredes del Museo del Prado y probablemente no te acercarías a esa pera para darle un bocado. Pero, ¿se entiende que una pera no es lo mismo que una manzana?, ¿crees que esta imagen puede destacar entre un mar de letras?. Pues, objetivo conseguido, estás utilizando el Visual Thinking.

Es verdad, que en algún momento de nuestra vida las palabras empiezan a pesar más, son más serias y los dibujos son demonizados. A esto se une nuestra inseguridad y la idea de que si nuestros dibujos no siguen unos estándares no son válidos. Y lo siento pero no, no es así para el arte y mucho menos lo es para comunicarnos con ellos. ¿El mensaje está claro?, el dibujo es válido.


En la asignatura que imparto en primero el dibujo es un plus (se trata de animar personajes), pero no hace falta ser un fantástico dibujante para ser animador, al menos animador 3D. Sí es necesario saber expresar tus ideas sobre un papel, para poder planificar tu trabajo y todos los años me encuentro con los mismo: grupos de 20 personas donde la gran mayoría dejaron de dibujar hace mucho y le tienen un pánico aterrador. Y todos los años repito lo mismo: no quiero vuestros dibujos para colgarlos en una pared, quiero que seáis capaces de dejarme entrar en vuestras mentes a través del dibujo.

Y cada vez más van perdiendo el miedo, y cada vez más se unen a nuestras filas y hacen del dibujo una herramienta de las buenas para su mochila.

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